En su segunda carta a los Corintios, Pablo explicó que no presumía ministrar por fuera de la esfera que Dios le había señalado como límite. Pablo y sus colaboradores habían sido los primeros ministros del evangelio para los Corintios. Por esta razón, no se estaban excediendo demasiado cuando vinieron nuevamente para ministrar a los cristianos en Corinto.
Pablo explicó a los Corintios cómo un hijo de Dios que está en Cristo, habla y ministra como uno de Sus discípulos-mensajeros. En resumen, deben ministrar de la misma manera que lo hizo Cristo cuando estuvo en la tierra. La expresión completa del ministerio de Cristo ha sido revelada desde la última cena de Pascua, hasta que proclamó que Su obra había terminado, justo antes de morir en la cruz. Jesús instruyó a sus discípulos, a lo largo de la era de la iglesia, a tomar cada quien su cruz, seguir Su ejemplo de ministerio y seguirlo en el camino de la cruz que Él había establecido. La efectividad de la ministración de la vida de Cristo a través de los discípulos, dependía de si estos continuaban en la comunión de Sus padecimientos.
Pablo habló de su propio perfil ministerial como mensajero de Cristo, y de cómo él estaba personalmente conectado con la debilidad y la muerte de Cristo. Debido a su participación en la comunión de los sufrimientos de Cristo, también estuvo conectado con el poder de Dios que sostuvo a Cristo y lo resucitó de los muertos. Pablo rápidamente testificó a los Corintios que él era débil en Cristo. Sabía que Dios lo humillaría entre ellos, y que él cargaría el dolor de la pena por aquellos habían pecado. Sería despreciado por algunos, entregado a la humillación y el rechazo, e incluso parecería que fracasaba a medida que afrontaba los problemas que aquejaban a la iglesia de Corinto. Sin embargo, a través de Cristo en él, a medida que el mismo Pablo se unió a la ofrenda de Cristo, el poder de Dios se dirigiría hacia los necesitados.
Estudio: 2 Corintios 10
Referencias
Luc 9:23-24 Y a todos les decía: “Si alguien quiere seguirme, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame. (24) “Porque el que quiera salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por causa de Mí, ése la salvará.
Jua 12:25-26 “El que ama su vida (alma) la pierde; y el que aborrece su vida (alma) en este mundo, la conservará para vida eterna. (26) “Si alguien Me sirve, que Me siga; y donde Yo estoy, allí también estará Mi servidor; si alguien Me sirve, el Padre lo honrará.
Efe 5:1-2 Sean, pues, imitadores de Dios como hijos amados; (2) y anden en amor, así como también Cristo les amó y se dio a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios, como fragante aroma.
2Co 12:10 Por eso me complazco en las debilidades, en insultos (maltratos), en privaciones, en persecuciones y en angustias por amor a Cristo, porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
2Co 13:4 Porque ciertamente El fue crucificado por debilidad, pero vive por el poder de Dios. Así también nosotros somos débiles en El, sin embargo, viviremos con El por el poder de Dios para con ustedes.