Nacidos del Padre
La semilla incorruptible del Padre contiene el nombre del creyente como hijo de Dios. Este nombre dota a un hijo del hombre con las capacidades de la naturaleza del mismo Yahveh, causándole ser nacido de Dios y definido como hombre espiritual. Estas capacidades incluirán amor, palabra, vida, luz, y Espíritu. Aún más, el nombre de la nueva creación contiene las obras predestinadas que corresponden al recientemente creado Hijo de Dios.
Entonces, porque ahora es hijo, Dios envía el Espíritu de Su hijo en su corazón. Por este medio, él tiene la capacidad de expresar la filiación (todo aquello que pertenece a y resulta de su relación como hijo del Padre) lo cual se evidencia cuando clama “¡Abba! ¡Padre!”. Esto es porque el Espíritu del Hijo es la naturaleza divina de la semilla. Dios le da la naturaleza de la filiación de la nueva creación. Cuando esto pasa, ha sido nacido del Espíritu. Pablo hace claro que a menos que tengamos el Espíritu de Cristo, no somos hijos de Dios. Esto es lo que Jesús quiso decir, cuando dijo, “aquello que es nacido del Espíritu, espíritu es”. Reconocemos que la semilla de la identidad es del Padre y la naturaleza de la semilla es de Cristo, quién es Yahveh Hijo.
Como aquellos que han nacido en el mundo, los niños que han sido concebidos en hogares del pacto, también reciben la identidad natural a través del proceso de procreación. Sin embargo, por la fe de al menos alguno de sus padres, el niño es concebido con la adopción. Esto simplemente significa que el Padre ha recibido a esta nueva identidad humana como un hijo en Su casa. Al cada uno ser un hijo, el Padre les da el Espíritu Santo, entonces a través de Su palabra los hace nacer desde arriba y les da el Espíritu del Hijo. Siguiendo los 9 meses de gestación, ellos son físicamente traídos cada uno como un hijo de Dios. Por supuesto, ellos tienen padres naturales. Sin embargo Dios Padre es también el Padre de su espíritu lo cual los hace una nueva creación desde el vientre.
Estudio: 1 Pedro 1
Referencias
1Pe 1:22-23 Puesto que en obediencia a la verdad ustedes han purificado sus almas para un amor sincero de hermanos, ámense unos a otros entrañablemente, de corazón puro. (23)Pues han nacido de nuevo, no de una simiente corruptible, sino de una que es incorruptible, es decir, mediante la palabra de Dios que vive y permanece.
Gal 4:4-6 Pero cuando vino la plenitud (el cumplimiento) del tiempo, Dios envió a Su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la Ley, (5) a fin de que redimiera a los que estaban bajo la Ley, para que recibiéramos la adopción de hijos. (6) Y porque ustedes son hijos, Dios ha enviado el Espíritu de Su Hijo a nuestros corazones, clamando: “¡Abba! ¡Padre!”
Joh 3:5-6 Jesús respondió: “En verdad te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios.(6) “Lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
Rom 8:9 Sin embargo, ustedes no están en la carne sino en el Espíritu, si en verdad el Espíritu de Dios habita en ustedes. Pero si alguien no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de El.
1Co 7:14 Porque el marido que no es creyente es santificado por medio de su mujer; y la mujer que no es creyente es santificada por medio de su marido creyente. De otra manera sus hijos serían inmundos, pero ahora son santos.
Gal 1:15 Pero cuando Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre y me llamó por Su gracia, tuvo a bien
Luc 1:15 porque él será grande delante del Señor. No beberá vino ni licor, y será lleno del Espíritu Santo aun desde el vientre de su madre,