Juan dijo que cada criatura viviente tenía seis alas y estaba llena de ojos “alrededor y por dentro”. Recordemos que el número “seis” es el número del “hombre”. La gracia de cada uno de los seres vivientes se revela plenamente en la administración de Cristo en la carne del hombre. Sabemos que cuando Cristo subió a lo alto, dio dones a los hombres. La imagen de los “ojos” que están alrededor y dentro de ellos, indica que son personas llenas de iluminación por el Espíritu de Dios. El profeta Daniel describió a los mensajeros de Cristo como a “los entendidos entre el pueblo” quienes podrán “instruir a muchos”.
Es evidente que los seres vivientes están plenamente comprometidos en revelar la plenitud de Yahweh en Jesucristo, quien es el que se sienta en el trono. Día y noche, no cesan de proclamar, ‘Santo, Santo, Santo es el Señor Dios, el Todopoderoso, el que era, el que es y el que ha de venir’. El ministerio de apóstoles, profetas, maestros y evangelistas, revela y ministra la plenitud de la gracia que pertenece a Jesucristo. La primera obra de aquellos con este tipo de gracia ministerial es, a través del Espíritu Santo, proclamar lo que Cristo está diciendo a Su iglesia como la palabra de la verdad presente en cada generación. La segunda obra es proveer la gracia de Dios a cada miembro del cuerpo de Cristo. La tercera obra de aquellos con gracia ministerial es ajustar a cada miembro del cuerpo de Cristo para que puedan cumplir su ministerio particular en el cuerpo según la santificación de su propio nombre. El resultado de este ministerio será que el cuerpo de Cristo será capaz de edificarse en amor y la gracia de Dios abundará en su mayor proporción.
Estudio: Efesios 3
Referencias
Dan 11:33 “Los entendidos entre el pueblo instruirán a muchos. Sin embargo, durante muchos días caerán a espada y a fuego, en cautiverio y despojo.
Apocalipsis 4: 8 Los cuatro seres vivientes, cada uno de ellos con seis alas, estaban llenos de ojos alrededor y por dentro, y día y noche no cesaban de decir: “SANTO, SANTO, SANTO, es EL SEÑOR DIOS, EL TODOPODEROSO, el que era, el que es y el que ha de venir.”
1 Tesalonicenses 2: 3-4 Pues nuestra exhortación no procede de error ni de impureza ni es con engaño, (4) sino que así como hemos sido aprobados por Dios para que se nos confiara el evangelio, así hablamos, no como agradando a los hombres, sino a Dios que examina nuestros corazones.
Hechos 4:33 Con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y había abundante gracia sobre todos ellos.
Gál 6: 1 Hermanos, aun si alguien es sorprendido en alguna falta, ustedes que son espirituales, restáurenlo en un espíritu de mansedumbre, mirándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.