Las cuatro caras  

//Las cuatro caras  

Las cuatro caras  

Cuando el apóstol Juan vió a los cuatro seres vivientes ‘en y alrededor’ del trono, observó que cada ser viviente tenía una cara particular. El primer ser viviente era semejante a un león, el segundo era semejante a un becerro, el tercero era semejante a un hombre y el cuarto era semejante a un águila volando. Estos cuatro rostros revelan las cuatro dimensiones de gracia que son ministradas por el Espíritu Santo desde el rostro de Jesucristo. Los cuatro seres vivientes representan las cuatro gracias ministeriales [o dones de ascensión ministeriales] recibidas por el cuerpo de Cristo cuando Jesús ascendió en lo alto. Nos referiremos a la operación y funcionamiento de estas cuatro gracias ministeriales usando el término “administración apostólica”. Cuando usamos el término “administración apostólica”, no nos estamos refiriendo a un grupo de apóstoles. Para que una administración apostólica sea plenamente funcional, requiere de apóstoles, profetas, maestros y evangelistas. En su visión, el apóstol Juan pudo contemplar el cuadro completo de esta administración cuando vió a los cuatro seres vivientes en y alrededor del trono.

El apóstol Juan identificó a los cuatro seres vivientes en un orden específico, porque hay un orden de iniciativa cuando se trata de cómo estas gracias ministeriales operan y proceden del trono del Hijo. Este orden de autoridad e iniciativa es particularmente relevante cuando se trata de cómo la palabra de Cristo es ministrada en medio de un presbiterio y proclamada a la iglesia. Un apóstol tiene la gracia de revelar, de las Escrituras, lo que Cristo está diciendo a la iglesia como la palabra de verdad presente. Un profeta tiene gracia para iluminar todas las implicaciones de la palabra de verdad presente para un reino de sacerdotes. Un maestro tiene gracia para articular la palabra de verdad presente para que cada hogar pueda “continuar en la palabra” como discípulos de Cristo. Un evangelista tiene gracia para proclamar la palabra y exhortar como un padre, para que la vida de Cristo se forme en una multitud de hijos de Dios.

Estudio: 2 Corintios 11

Referencias                                                                                           

Apo 4: 7 El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo ser era semejante a un becerro; el tercer ser tenía el rostro como el de un hombre, y el cuarto ser era semejante a un águila volando.

Ef 4: 8, 11-12 Por tanto, dice: “CUANDO ASCENDIO A LO ALTO, LLEVO CAUTIVA UN GRAN NUMERO DE CAUTIVOS, Y DIO DONES A LOS HOMBRES.”  (11) Y El dio a algunos el ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros,  (12)  a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo;

2Pe 1:12  Por tanto, siempre estaré listo para recordarles estas cosas, aunque ustedes ya las saben y han sido confirmados en la verdad que está presente en ustedes .

Col 2: 6-7  Por tanto, de la manera que recibieron a Cristo Jesús el Señor, así anden en El; (7) firmemente arraigados y edificados en El y confirmados en su fe, tal como fueron instruidos, rebosando de gratitud (con acción de gracias).                    

Heb 4:12-13  Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir (juzgar) los pensamientos y las intenciones del corazón.  (13)  No hay cosa creada oculta a Su vista, sino que todas las cosas están al descubierto y desnudas ante los ojos de Aquél a quien tenemos que dar cuenta.

By | 2017-11-08T15:00:50+10:00 November 8th, 2017|Daily Devotions|Comments Off on Las cuatro caras