El árbol de la vida era fundamental para la comunión de Adán y Eva con Dios en el jardín del Edén. Del mismo modo, comer y beber los elementos de comunión es esencial para el primer amor en Cristo Jesús. Esto es porque Jesús es el árbol de la vida. Él dijo: “El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna , y yo lo resucitaré en el día final. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en Mí y Yo en él . ‘
De la misma manera que el fruto del árbol de la vida sostuvo y equipó a Adán y Eva a medida que recibían la palabra de Dios, todo lo que los elementos de la comunión representan para nosotros se vuelve cada vez más sustancial en nuestras vidas a medida que recibimos y obedecemos la palabra de Dios. Es por esta palabra que somos capaces de participar en la comunión del primer amor en los lugares celestiales.
Claramente, el primer amor es más que simplemente reunirse para un servicio de comunión cada semana. Parece que los cristianos efesios se reunían regularmente para la comunión. Sin embargo, había algo en la forma en que se reunían y en cómo funcionaban juntos como presbiterio y como iglesia, que significaba que habían caído del primer amor.
A medida que consideramos y contemplamos el hecho de que los efesios continuaban funcionando sin notar que esto había sucedido, podemos apreciar el inmesurable valor de esta lección. Su ignorancia demostró que su capacidad para percibir su condición espiritual había sido obstaculizada. De manera similar, cuando Pablo observó la conducta de los cristianos en Corinto, notó que no se congregaban juntos para lo bueno, sino para malo. Esto se debe a que, entre otros factores, fueron divididos y leales a varias facciones; eran desconsiderados el uno del otro; y se mostraban como sabios en sus propios ojos. En lugar de dar lugar a la bendición, la forma en que se congregaban los estaba trayendo bajo juicio.
Estudio: 1 Corintios 11
Referencias
Jua 6:54-56 “El que come Mi carne y bebe Mi sangre, tiene vida eterna, y Yo lo resucitaré en el día final. (55) “Porque Mi carne es verdadera comida, y Mi sangre es verdadera bebida. (56) “El que come Mi carne y bebe Mi sangre, permanece en Mí y Yo en él.
1Jn 1:3 Lo que hemos visto y oído les proclamamos también a ustedes, para que también ustedes tengan comunión con nosotros. En verdad nuestra comunión es con el Padre y con Su Hijo Jesucristo.
Apo 2:2-3 “Yo conozco tus obras, tu fatiga y tu perseverancia, y que no puedes soportar a los malos, y has sometido a prueba a los que se dicen ser apóstoles y no lo son, y los has hallado mentirosos (falsos). (3) “Tienes perseverancia, y has sufrido por Mi nombre y no has desmayado.
1Co 11:17-21 Pero al darles estas instrucciones, no los alabo, porque no se congregan para lo bueno, sino para lo malo. (18) Pues, en primer lugar, oigo que cuando se reúnen como iglesia hay divisiones entre ustedes, y en parte lo creo. (19) Porque es necesario que entre ustedes haya bandos, a fin de que se manifiesten entre ustedes los que son aprobados. (20) Por tanto, cuando se reúnen, esto ya no es comer la Cena del Señor. (21) Porque al comer, cada uno toma primero su propia cena, y uno pasa hambre y otro se embriaga.
1Co 3:18-21 Nadie se engañe a sí mismo. Si alguien de ustedes se cree sabio según este mundo, hágase necio a fin de llegar a ser sabio. (19) Porque la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios. Pues escrito está: “El es EL QUE PRENDE A LOS SABIOS EN SU propia ASTUCIA.” (20) Y también: “EL SEÑOR CONOCE LOS RAZONAMIENTOS de los sabios, LOS CUALES SON INUTILES.” (21) Así que nadie se jacte (se gloríe) en los hombres, porque todo es de ustedes.