Un presbiterio que funciona en el primer amor está en la mano derecha de Cristo. Es una comunidad de guardianes, diáconos y hermanos primicia, cuya relación entre ellos se caracteriza por la comunicación efectiva y el diálogo. Aunque el mandato que llama a la obediencia y la santificación se inicia desde la gracia que se otorga a los presbíteros individuales, no proviene de ellos como una exigencia autocrática que toma el dominio sobre la fe de los demás.
En el cuerpo de Cristo, el ministerio de la gracia procede de un diálogo de comunión, el cual es facilitado por artesanos que están en Su mano derecha. Los artesanos son hombres a quienes Cristo les ha dado la gracia apostólica, profética, de enseñanza y evangelística. Son capaces de enfocar la operación de los dones según las cuatro administraciones de la gracia.
Una persona que se ha presentado a sí misma para participar en esta comunión, puede recibir gracia a medida que ésta es ministrada de la mano de Cristo por hombres de dones de ascensión que también son parte del presbiterio. De esta forma, están equipados para a su vez ministrar, a través de la ofrenda, desde la base de las cuatro administraciones. Esto es lo que Pablo quiso decir cuando dijo que los santos están equipados para la obra del ministerio por apóstoles, profetas, evangelistas y maestros, y que este ministerio resulta en la edificación del cuerpo de Cristo.
El rey David atestiguó este mismo principio cuando oró: “Ahora pues, Dios nuestro, te damos gracias y alabamos tu glorioso nombre [el contexto de la comunión]. Pero ¿quién soy yo y quién es mi pueblo para que podamos ofrecer tan generosamente todo esto? Porque de Ti proceden todas las cosas, y de lo recibido de Tu mano Te damos”. Esto se traduce literalmente como “de tu mano te hemos dado”. David estaba reconociendo que solo podía ofrecer lo que había recibido de la mano de Dios.
Estudio: Efesios 4
Referencias
Apo 1:20 “En cuanto al misterio de las siete estrellas que viste en Mi mano derecha y de los siete candelabros de oro: las siete estrellas son los ángeles (mensajeros) de las siete iglesias, y los siete candelabros son las siete iglesias.
Efe 4:11-13 Y El dio a algunos el ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros, (12) a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo; (13) hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del pleno conocimiento del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.
1Cr 29:13-14 “Ahora pues, Dios nuestro, Te damos gracias y alabamos Tu glorioso nombre. (14) “Pero ¿quién soy yo y quién es mi pueblo para que podamos ofrecer tan generosamente todo esto? Porque de Ti proceden todas las cosas, y de lo recibido de Tu mano Te damos.
Hch 2:42 Y se dedicaban continuamente a las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión, al partimiento del pan y a la oración.
Gál 2:9 Al reconocer la gracia que se me había dado, Jacobo (Santiago), Pedro (Cefas) y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra de compañerismo, para que nosotros fuéramos a los Gentiles y ellos a los de la circuncisión.