El apóstol Juan explicó que la palabra desde el principio es declarada por los mensajeros de Cristo, para que aquellos que la reciben puedan unirse en comunión con ellos y con el Padre y el Hijo. Un hijo de Dios puede apartarse de la palabra y la comunión de Yahvé, de la misma manera que lo hicieron Adán y Eva. Esto ocurre cuando buscan convertirse en el origen de su propia imagen religiosa y la fuente de sus propias obras. Sin embargo, cuando un hijo de Dios continúa recibiendo la palabra, se une al proceso a través del cual sus proyecciones e imaginaciones pueden ser removidas de ellos, y pueden saber la verdad de quién Dios los ha llamado a ser. Además, cumplen las obras que Dios preparó para ellos conforme a la buena intención de Su voluntad.
Jesús enseñó que el antídoto contra el miedo y la ansiedad es reconectarse con Dios el Padre al nacer de nuevo como hijo de Dios. Explicó que el Padre vigila cada eventualidad que nos acontece en la vida, haciendo que todas las cosas trabajen juntas para nuestro bien. Vale la pena recordar que Jesús enseñó específicamente a sus discípulos que no debían preocuparse por lo que debían comer o beber, ni por lo que deberían vestir. En cambio, mientras sus discípulos buscan primero el reino de Dios y su justicia, todas estas cosas se les agregan. Aunque esto ciertamente se aplica a las necesidades literales de comida y vestido, también se relaciona con la realidad de que un hijo de Dios no necesita buscar otro alimento que no sea el provisto por el árbol de la vida, que, en la edad de la iglesia, es la cena de la comunión. De manera similar, deben abandonar la vestimenta de las proyecciones carnales y vestirse con vestimentas sacerdotales, las cuales son necesarias para presentarse a sí mismos para la comunión como un sacrificio vivo que es santo y aceptable para Dios.
Estudio: James 1
Referencias
Rom 8:28 Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a Su propósito.
Mat 6:31-33 “Por tanto, no se preocupen, diciendo: ‘¿Qué comeremos?’ o ‘¿qué beberemos?’ o ‘¿con qué nos vestiremos?’ (32) “Porque los Gentiles (los paganos) buscan ansiosamente todas estas cosas; que el Padre celestial sabe que ustedes necesitan todas estas cosas. (33) “Pero busquen primero Su reino y Su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.
Rom 12:1-3 Por tanto, hermanos, les ruego por las misericordias de Dios que presenten sus cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable (agradable) a Dios, que es el culto racional de ustedes. (2) Y no se adapten (no se conformen) a este mundo, sino transfórmense mediante la renovación de su mente, para que verifiquen cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno y aceptable (agradable) y perfecto. (3) Porque en virtud de la gracia que me ha sido dada, digo a cada uno de ustedes que no piense de sí mismo más de lo que debe pensar, sino que piense con buen juicio, según la medida de fe que Dios ha distribuido a cada uno.
1Jn 2:7 Amados, no les escribo un mandamiento nuevo, sino un mandamiento antiguo, que han tenido desde el principio. El mandamiento antiguo es la palabra que han oído.
1Jn 3:11 Porque éste es el mensaje que ustedes han oído desde el principio: que nos amemos unos a otros.