Las habilidades naturales de Adán eran completamente apropiadas para el mandato que había recibido de Dios. Considere la inteligencia y las capacidades físicas que Adam habría necesitado para gobernar sobre la creación y cultivar el jardín del Edén. Por impresionantes que fueran, lo que lo hacía adecuado para este trabajo no estaba basado en sus habilidades. Adán fue equipado con la sabiduría y la comprensión necesaria para cumplir la voluntad de Dios mientras comulgaba cada día con Yahvé en el árbol de la vida. Fue a partir de esta base que él ejerció sus evidentes habilidades naturales, y realizó las obras que Dios había preparado para él. Cuando Adán cayó de la imagen y semejanza de Dios, se volvió vulnerable a la creación, a pesar de que no había perdido ninguna de sus habilidades naturales.
Adán y Eva comieron el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal en un intento de convertirse en el origen de una nueva imagen de ellos mismos, y la fuente de su propio destino y obras. En particular, Adán quería ejercer a su manera su considerable mandato y extraordinarias habilidades naturales. En este sentido, quiso definir sus propias obras sin la necesidad de referencia o dirección de Dios. Mientras caminaba a la luz de la comunión con Yahvé, las buenas obras de Adán fueron para la gloria de Dios. Sin embargo, al tratar de actuar desde la base de su propia iniciativa, Adán trató de revelar su propia gloria. El efecto de comer el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal fue que el deseo de ser la fuente de su propia imagen y destino se convirtió en otra ley que ahora era parte de la ideantidad de Adán y Eva. Vivir de acuerdo con esta ley los condujo a la esclavitud de la ley del pecado y fue la causa de su caída del primer amor tanto con Yahvé como entre ellos, en el paraíso de Dios.
Estudio: 2 Corintios 3
Referencias
Mat 5:16 “Así brille la luz de ustedes delante de los hombres, para que vean sus buenas acciones y glorifiquen a su Padre que está en los cielos.
Jua 7:18 “El que habla de sí mismo busca su propia gloria; pero Aquél que busca la gloria del que Lo envió, El es verdadero y no hay injusticia en El.
Rom 5:12 Por tanto, tal como el pecado entró en el mundo por medio de un hombre, y por medio del pecado la muerte, así también la muerte se extendió a todos los hombres, porque todos pecaron.
Rom 7:23 pero veo otra ley en los miembros de mi cuerpo que hace guerra contra la ley de mi mente, y me hace prisionero de la ley del pecado que está en mis miembros.
2Ti 3:16-17 Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, (17) a fin de que el hombre de Dios sea perfecto (apto), equipado para toda buena obra.