Cuando Adán y Eva cayeron, se les prohibió el camino al árbol de la vida debido a su pecado. Si hubieran comido del árbol de la vida, habrían sido condenados a vivir para siempre en su pecado, y habrían permanecido separados de la comunión con Dios. Sin embargo, cuando el árbol de la vida se manifestó en el Calvario, se le concedió nuevamente a la humanidad acceso para comer de él, a pesar de que todavía estaban en pecado. ¿Cómo es esto posible?
Es importante reconocer que Cristo introdujo una ‘muerte’ al árbol de la vida. Él hizo esto al convertirse en una maldición para nosotros. Pablo hizo este punto cuando explicó que Cristo se convirtió en una maldición para nosotros en la cruz, ‘porque está escrito: “Maldito es todo el que se cuelga de un árbol”. Esto fue con el propósito de que la bendición de Abraham pudiera llegar a los gentiles, y que cada creyente pudiera recibir la promesa del Espíritu por medio de la fe. Cuando Cristo se convirtió en una maldición para nosotros, la cruz se manifestó en la historia como el árbol de la vida. Jesús proclamó que el fruto del árbol de la vida es Su carne y sangre.
Mientras que el bautismo une a un hijo de Dios a la comunión de la ofrenda de Cristo, comer y beber los elementos de la comunión es la base y el punto culminante de nuestra participación continua en la comunión del primer amor. Jesús le explicó a la iglesia de Efeso que aquellos que vencieran los problemas que los hicieron caer del primer amor, tendrían acceso a comer del árbol de la vida que está en los lugares celestiales. De manera importante, comer el fruto del árbol de la vida mantiene la conexión de la persona con el proceso, a través del cual puede vencer el pecado y la otra ley. También los equipa para ministrar la vida de Dios a otros como miembros del cuerpo de Cristo.
Estudio: 1 Tesalonicenses 4
Referencias
Gál 3:13-14 Cristo nos redimió de la maldición de la Ley, habiéndose hecho maldición por nosotros, porque escrito está: “MALDITO TODO EL QUE CUELGA DE UN MADERO,” (14) a fin de que en Cristo Jesús la bendición de Abraham viniera a los Gentiles, para que recibiéramos la promesa del Espíritu mediante la fe.
Deu 21:22-23 Si un hombre ha cometido pecado digno de muerte, y se le ha dado muerte, y lo has colgado de un árbol, (23) su cuerpo no quedará colgado del árbol toda la noche, sino que ciertamente lo enterrarás el mismo día (pues el colgado es maldito de Dios), para que no contamines la tierra que el SEÑOR tu Dios te da en heredad.
Jua 6:54-56 El que come Mi carne y bebe Mi sangre, tiene vida eterna, y Yo lo resucitaré en el día final. (55) Porque Mi carne es verdadera comida, y Mi sangre es verdadera bebida. (56) El que come Mi carne y bebe Mi sangre, permanece en Mí y Yo en él.
Apo 2:7 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios.
2Ts 1:3 Siempre tenemos que dar gracias a Dios por ustedes, hermanos, como es justo, porque su fe aumenta grandemente, y el amor de cada uno de ustedes hacia los demás abunda más y más.