El evangelio de la filiación fue proclamado a Abraham y a los hijos de Israel, incluso antes de que el Hijo de Dios hubiera venido en la carne como el Hijo del Hombre. El apóstol Pablo escribió que “La Escritura, previendo que Dios justificaría a los Gentiles (las naciones) por la fe, anunció de antemano las buenas nuevas a Abraham, diciendo: “EN TI SERÁN BENDITAS TODAS LAS NACIONES”. Así que, los que son de la fe son bendecidos con Abraham, el creyente.” Gal 3:8-9. A través de la palabra del Señor, Abraham recibió la fe para creer y obedecer a Dios. Gen 15: 1. Y, a causa de esto, Dios se lo contó como la justicia. Gen 15: 6. Gal 3: 6.
Cuando Abraham presentó ofrendas en obediencia a la palabra del Señor, demostró que creía en Dios por fe. Esto fue evidente primero, a través de su respuesta obediente y comprometida al mandato de Dios de sacrificar una novilla de tres años, una cabra de tres años, un carnero de tres años, una Tórtola y una paloma joven. Gen 15: 9. Más tarde, la fe de Abraham fue probada por Dios cuando fue llamado a sacrificar a su hijo, Isaac, como una ofrenda de holocausto al Señor, en el Monte Moriah. Gen 22: 2. En sentido figurado, ambas ofrendas fueron una participación en la ofrenda de Cristo en la cruz.
El evangelio que Abraham recibió y creyó fue el mismo mensaje que Moisés declaró a los hijos de Israel, quienes eran “la iglesia en el desierto”. Hechos 7:38. Sin embargo, contrario a Abraham, los hijos de Israel no recibieron la fe de Dios en la palabra que les fue proclamada. Heb 4, 2. La implicación de no obedecer la palabra de Dios por fe fue que el Espíritu Santo no permitiría que esa generación entrara en el “descanso” del Señor. Heb 3: 7,11. El descanso del Señor se refiere al reino de Dios que pertenece a Sus hijos. Es la herencia de los hijos de Dios.
Estudio: Hebreos 3
Gál 3:8-9 La Escritura, previendo que Dios justificaría a los Gentiles (las naciones) por la fe, anunció de antemano las buenas nuevas a Abraham, diciendo: “EN TI SERAN BENDITAS TODAS LAS NACIONES.” (9) Así que, los que son de la fe son bendecidos con Abraham, el creyente.
Gén 15:6 Y Abram creyó en el SEÑOR, y El se lo reconoció por justicia.
Gál 3:6 Así Abraham CREYO A DIOS Y LE FUE CONTADO COMO JUSTICIA.
Gén 15:9 El SEÑOR le respondió: “Tráeme una novilla de tres años, una cabra de tres años, un carnero de tres años, una tórtola y un pichón.”
Gén 22:2 Y Dios dijo: “Toma ahora a tu hijo, tu único, a quien amas, a Isaac, y ve a la tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que Yo te diré.”
Hch 7:38 “Este es el que estaba en la congregación en el desierto junto con el ángel que le hablaba en el Monte Sinaí, y con nuestros padres, y el que recibió palabras de vida (oráculos divinos) para transmitirlas a ustedes,
Heb 4:2 Porque en verdad, a nosotros se nos ha anunciado las buenas nuevas, como también a ellos. Pero la palabra que ellos oyeron no les aprovechó por no ir acompañada por la fe en los que la oyeron.
Heb 3:7 Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: “SI USTEDES OYEN HOY SU VOZ,
Heb 3:11 COMO JURE EN MI IRA: ‘NO ENTRARAN EN MI REPOSO.’