El llamado a observar cómo oramos también aplica tanto a la forma en la que oramos los unos por los otros como a la manera en que los ancianos imponen las manos sobre aquellos que están enfermos. En este sentido, el apóstol Santiago escribió: “¿Está alguien entre ustedes enfermo? Que llame a los ancianos de la iglesia y que ellos oren por él, ungiéndolo con aceite en el nombre del Señor. La oración de fe restaurará (sanará) al enfermo, y el Señor lo levantará. Si ha cometido pecados le serán perdonados”. Stg 5:14-15
La imposición de las manos sobre los enfermos, indica que están siendo separados para unirse a la ofrenda de Cristo. Esta debe ser la fe de los ancianos cuando oran por los enfermos. También debe ser la fe de aquellos que están pidiendo oración. Sin embargo, este no ha sido nuestro entendimiento sobre la imposición de las manos; ni ha sido el modo de los ancianos cuando han orado por los enfermos. En cambio, nuestro enfoque ha sido que los ancianos impongan sus manos sobre aquellos que están sufriendo, para verlos liberados de su aflicción. Las Escrituras nos enseñan que la imposición de manos separa a una persona a su participación en la ofrenda de Cristo. Vemos esto, por ejemplo, cuando las manos fueron impuestas sobre Pablo y Bernabé después de que el Espíritu Santo los había apartado para la obra a la que habían sido llamados. Hechos 13:3.
La sanación se encuentra en la comunión de la ofrenda de Cristo. Isa 53:5. 1Pedro 2:24. Es a través de esta ofrenda que la vida de Cristo fue dada para ser nuestra vida. En esta ofrenda, cada impedimento a nuestro trabajo sacerdotal puede ser removido del camino. Esto puede implicar nuestra sanación; o puede implicar ser liberados de las perspectivas religiosas egocéntricas que inhiben nuestra capacidad de amar al Señor y a nuestros hermanos a través del verdadero servicio como un hijo-sacerdote.
Estudio: 1 Juan 5
Stg 5:14-15 ¿Está alguien entre ustedes enfermo? Que llame a los ancianos de la iglesia y que ellos oren por él, ungiéndolo con aceite en el nombre del Señor. (15) La oración de fe restaurará (sanará) al enfermo, y el Señor lo levantará. Si ha cometido pecados le serán perdonados.
Hch 13:3 Entonces, después de ayunar, orar y haber impuesto las manos sobre ellos, los enviaron.
Isa 53:5 Pero El fue herido (traspasado) por nuestras transgresiones, Molido por nuestras iniquidades. El castigo, por nuestra paz, cayó sobre El, Y por Sus heridas (llagas) hemos sido sanados.
1Pe 2:24 El mismo llevó nuestros pecados en Su cuerpo sobre la cruz, a fin de que muramos al pecado y vivamos a la justicia, porque por Sus heridas fueron ustedes sanados.