La mente puesta en la carne
Después de que una persona ha sido bautizada en Cristo todavía puede regresar y vivir de nuevo bajo la ley a pesar de que Dios ya no honrará ningún pacto con la carne así una persona guarde la ley. Recordemos la exasperación de Pablo con respecto a los Cristianos de Galacia que habían decidido llevar a cabo su vida mediante el cumplimiento de la ley. Los llamó “insensatos” y les preguntó: “¿Habiendo comenzado por [con][/con] el Espíritu, van a terminar ahora por la carne? ¿Han padecido tantas cosas [en la=”” comunión=”” del=”” sufrimiento=”” de=”” cristo=””][/en] en vano? ¡Si es que realmente fue en vano!”
Es importante reconocer que ‘poner nuestras mentes en la carne” no es la misma condición del Cristiano miserable que quiere servir a Dios con su mente pero es incapaz de hacerlo porque la otra ley dentro de sí no ha sido eliminada. Una persona que ha “puesto su mente en la carne’ rechaza el Espíritu y escoge vivir de otra forma, escoge otro camino. Esto resulta en hostilidad hacia Dios. Resumiendo el punto Pablo declaró: “La mente puesta en la carne es enemiga de Dios”. En últimas, la mente hostil hacia Dios será del espíritu del anticristo.
Esta no tiene que ser nuestra actitud. En su lugar, podemos humillarnos y volver a la comunión entre el cuerpo mortal y el cuerpo inmortal de Cristo. Esto simplemente significa que, en relación con el cuerpo físico de Cristo, aceptamos que es necesario para nosotros sufrir con Él. Por otro lado, recibimos el castigo y la disciplina del Señor en nuestras vidas por la capacidad del Espíritu, y así fijamos nuestra mente en nuestro rol, como como un miembro en particular de Su cuerpo inmortal, de revelar la vida de Cristo como Hijo de Dios. Nuestro arrepentimiento será que retornaremos a vivir mediante la capacidad del Espíritu en la comunión del cuerpo de Cristo. En consecuencia, vamos a reinar en la vida por Su gracia, y seremos ‘hechos justicia de Dios en Él.
Estudio: Romanos 7 Proverbio diario: Proverbios 11
Referencias:
Gál 3:3-4 ¿Tan insensatos son? Habiendo comenzado por el Espíritu, ¿van a terminar ahora por la carne? (4) ¿Han padecido tantas cosas en vano? ¡Si es que en realidad fue en vano!
2Co 5:21 Al que no conoció pecado, Lo hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en El.
1Co 11:32 Pero cuando somos juzgados, el Señor nos disciplina para que no seamos condenados con el mundo.
Rom 8:6-8 Porque la mente puesta en la carne es muerte, pero la mente puesta en el Espíritu es vida y paz. (7) La mente puesta en la carne es enemiga de Dios, porque no se sujeta a la Ley de Dios, pues ni siquiera puede hacerlo, (8) y los que están en la carne no pueden agradar a Dios.
Flp 3:9 y ser hallado en El, no teniendo mi propia justicia derivada de la Ley, sino la que es por la fe en Cristo (el Mesías), la justicia que procede de Dios sobre la base de la fe,