Talentos y Minas
Las parábolas de Jesús acerca del reino de Dios, nos ayudan a comprender cómo recibimos la recompensa de nuestro cuerpo inmortal como hijos de Dios en el nuevo cielo y la nueva tierra. Recordemos que Jesús comparó Su vida con talentos y minas que les dió a los esclavos en su casa. Jesús, el Maestro de la casa, esperaba aumentar sus pertenencias gracias a las negociaciones que Sus esclavos hacían con Sus posesiones en el resto del reino.
Cuando una persona entra en Cristo a través del bautismo se hace esclava de Su casa recibiendo talentos y una mina. Talentos se dan en diferentes cantidades de acuerdo a la capacidad de cada persona. Podemos comparar talentos a las diversas capacidades de los miembros individuales de Cristo para expresar Su vida como hijo de Dios. Por el contrario, solo se le dió una mina a cada esclavo. La mina representa la autoridad del nombre en Jesús que cada persona recibe al entrar en Él.
A medida que los esclavos hacen comercio con sus talentos y minas a través de la ejecución de las obras que Cristo les da como miembros de Su cuerpo, la propia vida de Cristo como hijo de Dios se multiplica. Mientras que todo el que entra en Cristo recibe un talento y Mina, reconocemos que no todos van a ejercitarse para multiplicar la vida de Cristo como hijo de Dios. Éstos optan por trabajar o vivir de acuerdo con un principio diferente. Este es el principio de la “otra ley” en su carne. Desde la base de esta ley, algunas personas se ocupan en muchas actividades en el intento de revelar sus propia vidas como hijos de Dios, mientras que otros pueden retirarse de la participación en la vida del cuerpo de Cristo. Esto sería como decir, ‘Porque no soy mano, no soy parte del cuerpo “.
En ambas parábolas, el dueño de la casa regresó y arregló cuentas con sus siervos. Este evento se refería al día en que todos compareceremos ante el tribunal de Cristo. Nuestra recompensa eterna será proporcional a la multiplicación de la vida de Cristo como hijo de Dios en esta época
Estudio: Mat 25: 14-30 Proverbio diario: Proverbios 7
Referencias:
1Co 12:11 Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, distribuyendo individualmente a cada uno según la voluntad de El.
1Co 12:15 Si el pie dijera: Porque no soy mano, no soy parte del cuerpo, no por eso deja de ser parte del cuerpo.
1Co 3:5 ¿Qué es, pues, Apolos? Y ¿qué es Pablo? Servidores mediante los cuales vosotros habéis creído, según el Señor dio oportunidad a cada uno.
Efe 1:5 nos predestinó para adopción como hijos para sí mediante Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad,
Luc 19:13 Y llamando a diez de sus siervos, les dio diez minas y les dijo: “Negociad con esto hasta que yo regrese.”
Rom 12:3 Porque en virtud de la gracia que me ha sido dada, digo a cada uno de vosotros que no piense más alto de sí que lo que debe pensar, sino que piense con buen juicio, según la medida de fe que Dios ha distribuido a cada uno.