El juicio de Dios sobre el pecado
Cuando observamos el mundo alrededor de nosotros y la muerte de Jesucristo en la cruz, podemos identificar siete tipos de sufrimiento. El primer tipo de sufrimiento es la consecuencia del juicio de Dios en el pecado. Cuando Adán pecó en el comienzo, Dios sometió al mundo al juicio de la vanidad y aplazó la ejecución de su juicio sobre el pecado para darle a la humanidad la oportunidad de arrepentirse y ser recuperada a Su plan de pacto. Esa fue la expresión de la misericordia de Dios hacia el hombre. Sin embargo, a través de la historia, Dios nos ha dado ejemplos de individuos y ciudades como Sodoma y Gomorra que se entregaron a gran inmoralidad y fueron juzgadas con el castigo del fuego eterno. En los días de Noé, Dios juzgó y destruyó el mundo entero con una inundación. Noe y su familia solo escaparon gracias a su fe y obediencia.
La mayoría de los profetas del Antiguo Testamento, quienes proclamaron la venida del juicio y llamaron al arrepentimiento para que pudiera ser evitado, fueron perseguidos y sus palabras fueron ignoradas. Esto ha resultado en que el juicio de Dios se haya manifestado en muchas formas específicas a través de la historia. El apóstol Pedro profetizó que en los últimos días habrían muchos que se burlarían del mensaje de la necesidad del arrepentimiento y que conscientemente ignorarían la manifestación del juicio de Dios en el pasado mientras que simultáneamente continúan caminando y viviendo de acuerdo a sus propios deseos. Aquellos que proclaman que el mundo ha sido reservado para juicio para Dios, serán ridiculizados en la misma forma en la que Noe fue ridiculizado en los días precedentes a la gran inundación. Sin embargo, Pedro nos recordó que el Señor no tarda en cumplir Su promesa. Dios ha fijado un día en el que Él juzgará los cielos y la tierra en justicia completa y finalmente, a través de Jesucristo a quien Él levantó de entre los muertos.
Estudio: 2 Pedro 3
Referencias
Gen 3:17 Entonces el SEÑOR dijo a Adán: “Por cuanto has escuchado la voz de tu mujer y has comido del árbol del cual te ordené, diciendo: ‘No comerás de él,’ Maldita será la tierra por tu causa; Con trabajo (dolor) comerás de ella Todos los días de tu vida.
Rom 8:20-21 Porque la creación fue sometida a vanidad, no de su propia voluntad, sino por causa de Aquél que la sometió, en la esperanza (21) de que la creación misma será también liberada de la esclavitud de la corrupción a la libertad de la gloria de los hijos de Dios.
2Pe 2:5-6 Tampoco perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, un predicador (heraldo) de justicia, con otros siete, cuando trajo el diluvio sobre el mundo de los impíos. (6) También condenó a la destrucción las ciudades de Sodoma y Gomorra, reduciéndolas a cenizas, poniéndolas de ejemplo para los que habrían de vivir impíamente después.
Jud 1:7 Así también Sodoma y Gomorra y las ciudades circunvecinas, a semejanza de aquéllos, puesto que ellas se corrompieron (se entregaron a gran inmoralidad) y siguieron carne extraña, son exhibidas como ejemplo al sufrir el castigo del fuego eterno.
Luc 17:26-27 “Tal como ocurrió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del Hombre. (27) “Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos.
2Pe 3:3-4, 9-10 Ante todo, sepan esto: que en los últimos días vendrán burladores con su sarcasmo, siguiendo sus propias pasiones, (4) y diciendo: “¿Dónde está la promesa de Su venida? Porque desde que los padres durmieron (murieron), todo continúa tal como estaba desde el principio de la creación.” (9) El Señor no se tarda en cumplir Su promesa, según algunos entienden la tardanza, sino que es paciente para con ustedes, no queriendo que nadie perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento. (10) Pero el día del Señor vendrá como ladrón, en el cual los cielos pasarán con gran estruendo, y los elementos serán destruidos con fuego intenso, y la tierra y las obras que hay en ella serán quemadas.
Act 17:31 “Porque El ha establecido un día en el cual juzgará al mundo en justicia, por medio de un Hombre a quien Él ha designado, habiendo presentado pruebas a todos los hombres cuando Lo resucitó de entre los muertos.”