En esta temporada, el Espíritu Santo ha estado restaurando el evangelio de la filiación entre nosotros. Un aspecto central en esta restauración ha sido el llamado a regresar, recibir y unirse a una administración a través de la cual la luz del evangelio de la gloria de Dios sea iluminada en el corazón de un creyente. Es a través de esta administración que el evangelio es proclamado y hecho efectivo en la vida de cada creyente, en cada casa del pacto, y en cada congregación local que es parte del cuerpo de Cristo.
Nosotros sabemos que Jesucristo ha ascendido, está sentado, y es glorificado a la derecha del Padre en lugares celestiales. Sin embargo, esto no significa que Él ya no está hablando desde el cielo o participando activamente en la obra de construcción de Su iglesia. El libro de Apocalipsis revela claramente que Cristo todavía está hablando desde el cielo. En su carta a los Hebreos, el apóstol Pablo declaró que no debemos rechazar a Aquel que sigue hablando. Comparando la nación de Israel en el desierto con la iglesia en los lugares celestiales, él dijo, ‘si aquéllos no escaparon [del juicio] cuando rechazaron al que les amonestó sobre la tierra, mucho menos escaparemos nosotros si nos apartamos de Aquel que nos amonesta desde el cielo. ‘.
Jesucristo continúa hablando desde el cielo y ministrando en la tierra a través de aquellos a quienes Él ha dado gracia para un ministerio específico. Las Escrituras nos dicen que cuando Cristo subió a lo alto, dio dones a los hombres. Él dio dones de gracia específicos a ciertos esclavos dentro Su administración. Pablo declaró: “CUANDO ASCENDIO A LO ALTO, LLEVO CAUTIVA UN GRAN NUMERO DE CAUTIVOS, Y DIO DONES A LOS HOMBRES… Y El dio a algunos el ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros “. Estos dones son las gracias ministeriales de Cristo. De manera similar, Pablo explicó a los Corintios que Dios ha designado en la iglesia “primero apóstoles, segundo profetas, tercero maestros, luego Milagros “.
Estudio: Efesios 4
Referencias
2Co 4:3-4 Y si todavía nuestro evangelio está velado, para los que se pierden está velado, (4) en los cuales el dios de este mundo ha cegado el entendimiento (la mente) de los incrédulos, para que no vean el resplandor del evangelio de la gloria de Cristo, que es la imagen de Dios.
Col 3:1 Si ustedes, pues, han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.
Heb 8:1 Ahora bien, el punto principal de lo que se ha dicho es éste: tenemos tal Sumo Sacerdote, que se ha sentado a la diestra del trono de la Majestad en los cielos,
Heb 12:25 Tengan cuidado de no rechazar a Aquél que habla. Porque si aquéllos no escaparon cuando rechazaron al que les amonestó sobre la tierra, mucho menos escaparemos nosotros si nos apartamos de Aquél que nos amonesta desde el cielo.
1Co 12:28 Y en la iglesia, Dios ha designado primeramente, apóstoles; en segundo lugar, profetas; en tercer lugar, maestros; luego, milagros; después, dones de sanidad, ayudas, administraciones, diversas clases de lenguas.