Tal vez el aspecto más asombroso de la visión de Juan es que vio a los vivos ‘en y alrededor’ del trono. Esto evidencia la naturaleza dinámica de la administración de Cristo. No se puede entender desde una perspectiva estática. En el primer caso, los cuatro seres vivientes pertenecen a Jesucristo, que es el Cordero de Dios en medio del trono. Los seres están en medio del trono porque están en la mano derecha de Cristo. Cristo mismo habla en y a través de apóstoles, profetas, evangelistas y maestros. La gloria del rostro de Cristo se revela plenamente a través de estas cuatro gracias ministeriales en Su mano derecha.
Cuando Cristo habla en y a través de las cuatro gracias ministeriales, la luz de Su gloria resplandece desde su mano derecha. Juan vio a los cuatro seres vivientes en medio del trono, pero también los vio saliendo del trono como relámpagos. Los cuatro seres vivientes proceden del trono como relámpagos intermitentes ‘en y por’ la administración candelabro que está delante del trono. Este ministerio de luz del trono es el resultado de una comunión dinámica de ofrenda, no de una jerarquía estática o un patrón de gobierno de la iglesia. La Escritura usa el término ‘en y alrededor’ para transmitir la naturaleza dinámica de esta participación/comunión.
Recordamos en el capítulo uno de Apocalipsis que Juan vio a Jesucristo en medio de siete candelabros de oro. Otra forma de describir este cuadro sería decir que los siete candelabros de oro estaban alrededor de Jesucristo. Observamos que las estrellas estaban en la mano derecha de Cristo y, por tanto, en medio de los candelabros. Sin embargo, también estaban alrededor de Jesucristo porque una estrella pertenecía a cada Candelabro. Más allá de esto, las estrellas podían pasar de un candelabro a otro pues Cristo caminó entre los siete candelabros con las siete estrellas en Su mano derecha. Esta es sin duda una imagen dinámica.
Estudio: Ezequiel 1
Referencias
Apo 5: 6 Miré, y vi entre el trono (con los cuatro seres vivientes) y los ancianos, a un Cordero, de pie, como inmolado, que tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete Espíritus de Dios enviados por toda la tierra.
Apo 4:4-6 Y alrededor del trono había veinticuatro tronos. Y sentados en los tronos, veinticuatro ancianos vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en la cabeza. (5) Del trono salían relámpagos, voces, y truenos. Delante del trono había siete lámparas de fuego ardiendo, que son los siete Espíritus de Dios. (6) Delante del trono había como un mar transparente semejante al cristal; y en medio del trono y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos por delante y por detrás.
Deu 33: 2 Dijo: “El SEÑOR vino del Sinaí Esclareciéndoles desde Seir; Resplandeció desde el Monte Parán, Y vino de en medio de diez millares de santos; A Su diestra había fulgor centelleante para ellos.
Apo 1: 12-13, 16 Entonces me volví para ver de quién era la voz que hablaba conmigo, y al volverme, vi siete candelabros de oro. (13) En medio de los candelabros, vi a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido con una túnica que Le llegaba hasta los pies y ceñido por el pecho con un cinto de oro. (16) En Su mano derecha tenía siete estrellas, y de Su boca salía una espada aguda de dos filos. Su rostro era como el sol cuando brilla con toda su fuerza.
Apo 3:1 “Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: ‘El que tiene los siete Espíritus de Dios y las siete estrellas, dice esto: “Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, pero estás muerto.