Cuando Pablo se convirtió, había sido liberado por completo del espíritu asesino que lo había energizado como un “perseguidor y agresor” de todos los que tenían el testimonio de Cristo. Después de la conversión de Pablo, este mismo espíritu se dio vuelta y se convirtió en una espina en su carne. Fue un mensajero de Satanás que lo atormentó provocando continuamente a los judíos contra él. Por ejemplo, en su primer viaje misionero, fue severamente perseguido por un grupo de fanáticos religiosos.
Es importante reconocer que esta espina en la carne de Pablo había sido enviada por el Señor para evitar que se exaltara gracias a la abundancia de sus revelaciones. Y, más que esto, había sido enviada para abofetearlo de manera que su ministerio siempre estuviera en la modalidad de debilidad. Este era el manto apostólico de debilidad que había recibido de Esteban. Este modo de debilidad se estableció firmemente en la vida de Pablo durante su primer viaje misionero. En un lugar, fue apedreado (como Esteban) y arrastrado fuera de la ciudad porque la gente pensó que estaba muerto.
En medio de este sufrimiento, el poder de Dios para la salvación fue dirigido hacia todos aquellos que recibieron la palabra de Pablo. Habiendo establecido una iglesia en cada ciudad, Pablo y Bernabé volvieron a visitar cada una de estas iglesias en su viaje de regreso para fortalecer las almas de los discípulos. Ellos los alentaron a continuar en la fe diciendo, ‘Debemos a través de muchas tribulaciones entrar en el reino de Dios’. Estas iglesias ya habían comenzado a experimentar la persecución. Esto significó que varios creyentes primicia, quienes se dedicaban a servir a los santos y nutrir la vida que había sido recibida en cada hogar, se hicieron notorios rápidamente. Pablo reconoció esto y nombró a tales hombres como el comienzo de un presbiterio en la región.
Estudio: Hechos 14
Referencias:
Hch 13:50 Pero los Judíos instigaron a las mujeres piadosas y distinguidas, y a los hombres más prominentes de la ciudad, y provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé, y los expulsaron de su región.
1Ti 1:12-14 Doy gracias a Cristo Jesús nuestro Señor, que me ha fortalecido, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio, (13) aun habiendo sido yo antes blasfemo, perseguidor y agresor. Sin embargo, se me mostró misericordia porque lo hice por ignorancia en mi incredulidad. (14) Pero la gracia de nuestro Señor fue más que abundante, con la fe y el amor que se hallan en Cristo Jesús.
2Co 12:7 Y dada la extraordinaria grandeza de las revelaciones, por esta razón, para impedir que me enalteciera, me fue dada una espina en la carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca.
2Co 13:4 Porque ciertamente El fue crucificado por debilidad, pero vive por el poder de Dios. Así también nosotros somos débiles en El, sin embargo, viviremos con El por el poder de Dios para con ustedes.
Col 1:9-10 Por esta razón, también nosotros, desde el día que lo supimos (lo oímos), no hemos cesado de orar por ustedes, pidiendo que sean llenos del conocimiento de Su voluntad en toda sabiduría y comprensión espiritual, (10) para que anden como es digno del Señor, haciendo en todo, lo que Le agrada, dando fruto en toda buena obra y creciendo en el conocimiento de Dios.