Nuestra santificación como hijos de Dios incluye el nombre, la mina y los talentos que hemos recibido de Él. Jesús enseñó que el reino de los cielos “es como un hombre que al emprender un viaje, llamó a sus siervos y les encomendó sus bienes. Y a uno le dio cinco talentos (108 kilos de plata), a otro dos y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y se fue de viaje”. Los talentos son del Padre, Hijo y Espíritu Santo, y son dados por Cristo. Se refieren a las cuatro dimensiones de la gracia de Dios que provienen de la mano de Cristo. Las cuatro dimensiones de la gracia son el Espíritu de Dios, la vida de Dios, la palabra de Dios y el amor de Dios. Los hijos de Dios reciben la gracia a través del ministerio de los mensajeros, que están en las manos de Cristo mientras camina entre Sus iglesias candelabro.
Jesús explicó que los talentos se le dan a una persona de acuerdo con sus habilidades. Estas habilidades son una característica de la identidad de una persona, que continúa siendo regenerada y renovada por el Espíritu Santo. Sabemos que las habilidades de los niños surgen a medida que crecen y maduran. Sin embargo, también necesitan ser nutridos a través del entrenamiento y la aplicación diligente. Habiendo dicho esto, es necesario aclarar que las habilidades no son talentos.Si bien el talento se otorga de acuerdo con la habilidad, no todos los que tienen habilidades reciben múltiples talentos. Los talentos pertenecen al llamado de una persona. La falta de reconocimiento de la diferencia entre habilidades y talentos ha sido una fuente de confusión en la iglesia. Esta confusión ha dado lugar a la presunción y la corrupción dentro de los presbiterios y las congregaciones cristianas.
Es importante reconocer que una persona recibe el don de talentos de Cristo, después de haber nacido de Dios y de entrar en la casa del Hijo a través del bautismo en el nombre de Jesucristo. Es decir, los talentos se les dan a los esclavos de la justicia. Su esclavitud a Cristo resulta en su santificación como hijos de Dios.
Estudio: Matthew 25
Referencias
Apo 1:20 “En cuanto al misterio de las siete estrellas que viste en Mi mano derecha y de los siete candelabros de oro: las siete estrellas son los ángeles (mensajeros) de las siete iglesias, y los siete candelabros son las siete iglesias.
Efe 4:7, 11-13 Pero a cada uno de nosotros se nos ha concedido la gracia conforme a la medida del don de Cristo. (11) Y El dio a algunos el ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros, (12) a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo; (13) hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del pleno conocimiento del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.
Efe 3:8 A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, se me concedió esta gracia: anunciar a los Gentiles las inescrutables riquezas de Cristo,
Rom 6:19 Hablo en términos humanos, por causa de la debilidad de su carne. Porque de la manera que ustedes presentaron sus miembros como esclavos a la impureza y a la iniquidad, para iniquidad, así ahora presenten sus miembros como esclavos a la justicia, para santificación.