La cobertura de la vergüenza describe la realidad de la vida para un cristiano que elige vivir según los principios de la carne. Esto simplemente significa que prefieren el derecho a ser el origen de su propia imagen, por encima de la invitación de Cristo a presentarse, en un espíritu de fe, como esclavos de la obediencia a la doctrina del bautismo. Un hijo de Dios se une a la comunión de las ofrendas y sufrimientos de Cristo a través de su obediencia a la doctrina del bautismo. En esta comunión, la otra ley está siendo removida y así luego, puede encontrar la voluntad de Dios para su vida. La voluntad de Dios es su santificación como un hijo de Dios. El resultado de este proceso es la vida eterna.
Cuando un cristiano vive según la carne, el ve la palabra de Dios como un recurso útil, e incluso importante, del que pueden extraer elementos para ayudar a definir su propia imagen. Motivado desde esta base, la cual es el funcionamiento de su propia ley, se involucra en trabajos que ha definido por sí mismo. Estas obras son proyecciones de la buena imagen religiosa que está creando para sí mismo. Pablo llamó a estas obras “obras muertas” y explicó que están motivadas por una mala conciencia. Muchas personas que aspiran a puestos ministeriales lo hacen desde una base carnal. Esto se evidencia por su descontento cuando otras personas no aceptan o se someten a su proyección de sí mismos. Estas respuestas de descontento son las pasiones del pecado, y revelan que estas personas, que aspiran a puestos de influencia, están esclavizadas a la ley del pecado. Son prisioneros de la ley del pecado porque viven según los principios de la carne.
Estudio: Romanos 8
Referencias
1Ts 4:3 Porque ésta es la voluntad de Dios: su santificación; es decir, que se abstengan de inmoralidad sexual;
Heb 9:13-14 Porque si la sangre de los machos cabríos y de los toros, y la ceniza de la novilla, rociadas sobre los que se han contaminado, santifican para la purificación de la carne, (14) ¿cuánto más la sangre de Cristo, quien por el Espíritu eterno El mismo se ofreció sin mancha a Dios, purificará nuestra conciencia de obras muertas para servir al Dios vivo?
Col 3:1-3 Col 3:1-3 Si ustedes, pues, han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. (2) Pongan la mira (la mente) en las cosas de arriba, no en las de la tierra. (3) Porque ustedes han muerto, y su vida está escondida con Cristo en Dios.
Rom 6:12-13, 22 Por tanto, no reine el pecado en su cuerpo mortal para que ustedes no obedezcan a sus lujurias; (13) ni presenten los miembros de su cuerpo al pecado como instrumentos de iniquidad, sino preséntense ustedes mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y sus miembros a Dios como instrumentos de justicia. (22) Pero ahora, habiendo sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tienen por su fruto la santificación, y como resultado la vida eterna.