En los días de Enós, que era el hijo de Set, los hombres comenzaron a caminar con Dios, llamándose a sí mismos por el nombre del Señor. Significativamente, el nombre ‘Enosh’ significa ‘hombre’, y se deriva de la palabra hebrea ‘anash ‘, que significa ‘desesperadamente malvado, incurable, enfermo, lamentable’. Cuando los hombres reconocieron y aceptaron que el hecho de seguir su propio camino era la razón de su sufrimiento, pudieron recuperar la relación con Dios y, por fe, hacer las obras que pertenecían a su predestinación. De hecho, Enoc caminó con Dios por trescientos años, y luego, sin morir, fue llevado directamente al cielo por Dios.
Todos los descendientes de Adán sufrieron bajo las condiciones de la maldición. Adán murió cuando Lamec, el padre de Noé, tenía cincuenta y seis años. Lamec llamó a su hijo Noé, diciendo: ‘Este nos dará descanso de nuestra labor y del trabajo de nuestras manos por causa de la tierra que el SEÑOR ha maldecido’. En este sentido, Noé era una figura de Cristo, quien dijo de Sí mismo: “Vengan a Mí, todos los que están cansados y cargados, y Yo los haré descansar. (29) Tomen Mi yugo sobre ustedes y aprendan de Mí, que Yo soy manso y humilde de corazón, y HALLARAN DESCANSO PARA SUS ALMAS”.
Noé trajo descanso a los hijos de Dios al construir un arca que los libró, por la cual pasaron a través de las aguas del juicio a una tierra nueva, y la cual no estaba sujeta a las mismas condiciones de la maldición que Adán había precipitado a través de su desobediencia. Este era un lugar de descanso en el que los hijos de Noé volverían a tener acceso a la vida de Dios. Por lo tanto, el apóstol Pedro se refirió a Noé en su discusión sobre el bautismo. En este sentido, Pedro explicó que “el bautismo ahora los salva a ustedes, no quitando la suciedad de la carne, sino como una petición a Dios de una buena conciencia, mediante la resurrección de Jesucristo, quien está a la diestra de Dios”.
Estudio: 1 Peter 3
Referencias
Gén 4:25-26 Adán se unió otra vez a su mujer; y ella dio a luz un hijo y le puso por nombre Set, porque, dijo ella: “Dios me ha dado otro hijo en lugar de Abel, pues Caín lo mató.” (26) A Set le nació también un hijo y le puso por nombre Enós. Por ese tiempo comenzaron los hombres a invocar el nombre del SEÑOR.
Gén 5:23-24, 28-29 El total de los días de Enoc fue de 365 años. (24) Y Enoc anduvo con Dios, y desapareció porque Dios se lo llevó. (28) Lamec vivió 182 años, y tuvo un hijo. (29) Y le puso por nombre Noé, diciendo: “Este nos dará descanso de nuestra labor y del trabajo de nuestras manos, por causa de la tierra que el SEÑOR ha maldecido.”
Mat 11:28-29 “Vengan a Mí, todos los que están cansados y cargados, y Yo los haré descansar. (29) “Tomen Mi yugo sobre ustedes y aprendan de Mí, que Yo soy manso y humilde de corazón, y HALLARAN DESCANSO PARA SUS ALMAS.
Rom 6:3-4 ¿O no saben ustedes que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en Su muerte? (4) Por tanto, hemos sido sepultados con El por medio del bautismo para muerte, a fin de que como Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida.