Separación de Dios

//Separación de Dios

Separación de Dios

Cuando Adán comió el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal, la humanidad se desconectó de la comunión y la vida de Yahvé de manera permanente. Esto se debe a que el deseo de ser la fuente de su propia vida y de su destino se convirtió en el principio de su vida. Se convirtió en parte de su identidad, afectando su percepción de sí mismos y sus motivaciones fundamentales para vivir. Pablo llamó a este principio caído que tenemos dentro de nosotros, “la otra ley”. Rom 7:23

La otra ley es un engaño. Satanás había engañado a Eva para que creyera que ella sería capaz de sostener su propia vida aparte de Dios diciéndole “ciertamente no morirán”. Gen 3: 4. Por otra parte, propuso que, al comer, Eva iba a ser como Dios. Específicamente dijo: “Dios sabe que el día que de él coman, se les abrirán los ojos y ustedes serán como Dios, conociendo el bien y el mal.” Gen 3: 5.

Las Escrituras describen a Satanás como “el maligno”. Luc 11: 4. Jua 17: 15. Él estaba buscando plantar esta perversa proposición dentro del espíritu del hombre. Cuando Adán y Eva prestaron atención a la palabra alternativa de Satanás, se despertó en ellos el deseo de ser como Dios y de tener vida apartados de Él. Para satisfacer este deseo, comieron de la fruta. Este es el momento en que la maldad de Satanás fue plantada dentro de ellos como otra ley. En este sentido, recordamos las palabras de Pablo que escribió: “Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo la ley de que el mal está presente en mí” Rom 7: 21

La otra ley motiva a una persona a proyectar su identidad egocéntrica. Se esfuerzan por crear y proyectar una imagen de quiénes son y cómo les gustaría ser vistos y recibidos por otros. El hombre hace esto porque, de manera inherente, cree que tiene la sabiduría para crear lo que es bueno, y para tratar con lo que es malo, como alguien que tiene la capacidad de distinguir entre estos elementos de existencia. Esta búsqueda, sin embargo, sólo mantiene la desconexión del hombre de la comunión con Dios y Su vida.

Estudio: Génesis 3

Rom 7:21-23 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo la ley de que el mal está presente en mí. (22) Porque en el hombre interior me deleito con la Ley de Dios, (23) pero veo otra ley en los miembros de mi cuerpo que hace guerra contra la ley de mi mente, y me hace prisionero de la ley del pecado que está en mis miembros.

Gén 3:4-5 Y la serpiente dijo a la mujer: “Ciertamente no morirán. (5) “Pues Dios sabe que el día que de él coman, se les abrirán los ojos y ustedes serán como Dios, conociendo el bien y el mal.”

Luc 11:4 ‘Y perdónanos nuestros pecados, Porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas (no nos dejes caer) en tentación.'”

Jua 17:15 “No Te ruego que los saques del mundo, sino que los guardes del (poder del) maligno (del mal).

By | 2018-10-30T21:12:21+10:00 October 30th, 2018|Daily Devotions|Comments Off on Separación de Dios