En el libro de Romanos, el apóstol Pablo nos anima a prestar atención a las lecciones aprendidas por Abraham y el Rey David. Rom 4. Sus vidas, y la fe que encontraron a medida que Dios se les daba a conocer, fueron registrados como ejemplos de cómo Dios, en amor, trata con la humanidad. Abraham y David fueron parte de toda una ‘nube de testigos’ donde todos vivieron por la fe, y de quienes podemos recibir instrucción con respecto al camino de la justicia. Heb 12: 1.
En este sentido, observamos que Abel, el hijo de Adán, encontró fe-justicia al unirse en un espíritu con Dios a través de la comunión de la ofrenda. Heb 11: 4. En contraste, aprendemos, a través del ejemplo de Caín, que cualquier ejercicio religioso que no brote de una fe que recibimos cuando la palabra de Dios nos es hablada, resulta en enemistad y odio. 1jn 3: 12. Este fruto nos lleva bajo el juicio de Dios. Gén 4: 6 – 12.
Recordamos que la madre Eva ‘trazó una línea’ sobre Caín y su cultura en la séptima generación desde Adán. De ella aprendemos la lección de santificación, que es necesaria para el establecimiento de hogares piadosos. En los días de Lamec, Eva dijo Que Dios le había designado otro descendiente, o semilla, para reemplazar a Abel en la genealogía de los hijos de Dios. Gen 4: 25. Su fe era justicia porque había nacido de la palabra de Dios que había sido proclamada a la serpiente, Satanás. Dios había dicho que su semilla aplastaría la cabeza de Satanás, y todo lo que él representaba. Gen 3: 15.
Adán vivió durante 930 años después de caer en pecado. Gen 5: 5. Él recibió y obedeció la palabra que el Señor le habló, la cual decía que la tierra sería maldecida por causa de él. Gen 3: 17. La frustración y la futilidad se convirtieron en su carga, como un castigo que lo llevaría a la justicia de la fe. Él aprendió que el hombre no puede, a través de sus propios esfuerzos, vivir para cumplir el mandato que se le ha dado para su vida.
Estudio: Romanos 4
Heb 12:1 Por tanto, puesto que tenemos en derredor nuestro tan gran nube de testigos, despojémonos también de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos envuelve, y corramos con paciencia (perseverancia) la carrera que tenemos por delante
Heb 11:4 Por la fe Abel ofreció a Dios un mejor sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó el testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y por la fe, estando muerto, todavía habla.
1Jn 3:11-12 Porque éste es el mensaje que ustedes han oído desde el principio: que nos amemos unos a otros. (12) No como Caín que era del maligno, y mató a su hermano. ¿Y por qué causa lo mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.
Gén 4:6-12 Entonces el SEÑOR dijo a Caín: “¿Por qué estás enojado, y por qué se ha demudado tu semblante? (7) “Si haces bien, ¿no serás aceptado? Pero si no haces bien, el pecado yace a la puerta y te codicia, pero tú debes dominarlo.” (8) Caín dijo a su hermano Abel: “Vayamos al campo.” Y aconteció que cuando estaban en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel y lo mató. (9) Entonces el SEÑOR dijo a Caín: “¿Dónde está tu hermano Abel?” Y él respondió: “No sé. ¿Soy yo acaso guardián de mi hermano?” (10) Y el SEÑOR le dijo: “¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a Mí desde la tierra. (11) “Ahora pues, maldito eres de la tierra, que ha abierto su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano. (12) “Cuando cultives el suelo, no te dará más su vigor. Vagabundo y errante serás en la tierra.”
Gén 4:25 Adán se unió otra vez a su mujer; y ella dio a luz un hijo y le puso por nombre Set, porque, dijo ella: “Dios me ha dado otro hijo en lugar de Abel, pues Caín lo mató.”
Gén 3:15 “Pondré enemistad Entre tú y la mujer, Y entre tu simiente y su simiente; él te herirá en la cabeza, Y tú lo herirás en el talón.”
Gén 5:5 El total de los días que Adán vivió fue de 930 años, y murió.
Gén 3:17 Entonces el SEÑOR dijo a Adán: “Por cuanto has escuchado la voz de tu mujer y has comido del árbol del cual te ordené, diciendo: ‘No comerás de él,’ Maldita será la tierra por tu causa; Con trabajo (dolor) comerás de ella Todos los días de tu vida.