Antes de su conversión, Pablo persiguía una justicia que estaba basada en la Ley. Él incluso testificaba que, en relación con la Ley, ¡era irreprencible! Php 3:6. Sin duda, en su celo por Dios, y por el pacto que Dios había hecho con los hijos de Israel, Pablo le pidió a Dios que le ayudara a ser justo según la Ley. Sin embargo, más tarde, mientras reflexionaba sobre su vida, Pablo describió esta búsqueda como “tener una justicia propia derivada de la Ley”. Flp 3:9. Esta es una declaración notable. Pablo se dio cuenta de que había utilizado la Ley de Dios para definir su propio estándar de lo que estaba “bien”. Por esta razón, sus obras no estaban revelando la justicia de Dios; estaban revelando su propia justicia. Mat 23: 27-28.
Pablo leía las Escrituras desde esta posición de superioridad moral. Esto significaba que él interpretaba las Escrituras de acuerdo a su opinión personal de justicia. Él creía que su punto de vista era correcto, porque estaba de acuerdo con el entendimiento de que los judíos eran el pueblo elegido de Dios. Deu 14: 2. Su visión corporativa del mantenimiento de la ley, en el contexto del templo, su sacerdocio y sus ordenanzas, eran consideradas como la voluntad de Dios para ellos, y esto era “correcto y bueno”. Todo lo que venía en contra de esta posición, entonces, era “mal y malvado”.
Por esta razón, Pablo consideraba que el Cristianismo era un mal que desafiaba lo que él veía como verdadero y justo. En su mente, el Cristianismo socavaba la nación judía y su cultura religiosa. Pablo consideraba que el evangelio Cristiano era contrario a la voluntad de Dios y, por lo tanto, malo. Comprendía que para que ser bueno, debía erradicar este mal. Con este fin, consideraba su persecución de la iglesia como una demostración de su celo por Dios y por el pueblo del pacto de Dios. Php 3:6.
Estudio: Filipenses 3
Flp 3:6 en cuanto al celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia de la Ley, hallado irreprensible.
Flp 3:9 y ser hallado en El, no teniendo mi propia justicia derivada de la Ley, sino la que es por la fe en Cristo (el Mesías), la justicia que procede de Dios sobre la base de la fe,
Mat 23:27-28 “¡Ay de ustedes, escribas y Fariseos, hipócritas que son semejantes a sepulcros blanqueados! Por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. (28) “Así también ustedes, por fuera parecen justos a los hombres, pero por dentro están llenos de hipocresía y de iniquidad.
Deu 14:2 “Porque eres pueblo santo para el SEÑOR tu Dios; y el SEÑOR te ha escogido para que le seas un pueblo de Su exclusiva posesión de entre los pueblos que están sobre la superficie de la tierra.