Satanás engañó a Eva con una mentira. En cuanto al fruto del conocimiento del bien y del mal, le dijo: “Ciertamente no morirán. Pues Dios sabe que el día que de él coman, se les abrirán los ojos y ustedes serán como Dios, conociendo el bien y el mal. Gen 3:4-5. Cuando Eva escuchó esta mentira, su percepción del fruto se distorsionó. Ahora le parecía que era bueno para comer, agradable a los ojos, y deseable para hacerla sabia. Gén 3:6. Una vez que comió el fruto, estos tres deseos se convirtieron en parte de su identidad. El apóstol Juan describió este tercer deseo – es decir, el buscar y ejercitar la sabiduría desde la base del conocimiento del bien y del mal de una persona – como “la arrogancia de la vida”. 1Jn 2:16.
Poco tiempo después de que Adán y Eva comieron del árbol del conocimiento del bien y el mal, el Señor Dios le dijo a Adán: “Maldita será la tierra por tu causa; Con trabajo (dolor) comerás de ella Todos los días de tu vida”. Gén 3:17. Este pasaje también ha sido traducido: “maldita es la tierra por amor de tí; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida” (RV). Gracias a Su misericordia que Dios no maldijo a Adán (y así a la humanidad), como lo hizo con la serpiente. Gén 3:14. Más bien, Él maldijo la tierra por amor del hombre. Específicamente, Dios le dijo a Adán que con mucho esfuerzo y sudor, el suelo maldito produciría “espinos y cardos” para él. Gén 3:17-19.
El “suelo” nos habla de todo el contexto de nuestra vida, con todas las relaciones, circunstancias, obras y realidades únicas que son propias de cada individuo. Las espinas y cardos, entonces, son las frustraciones y los eventos de sufrimiento en la vida que Dios permite que ocurran para tratar con nuestra arrogancia y nuestras proyecciones.
Estudio: Daniel 4
Gén 3:4-6 Y la serpiente dijo a la mujer: “Ciertamente no morirán. (5) “Pues Dios sabe que el día que de él coman, se les abrirán los ojos y ustedes serán como Dios, conociendo el bien y el mal.” (6) Cuando la mujer vio que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y que el árbol era deseable para alcanzar sabiduría, tomó de su fruto y comió. También dio a su marido que estaba con ella, y él comió.
1Jn 2:16 Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne, la pasión de los ojos, y la arrogancia de la vida (las riquezas), no proviene del Padre, sino del mundo.
Gén 3:14 Y el SEÑOR Dios dijo a la serpiente: “Por cuanto has hecho esto, Maldita serás más que todos los animales, Y más que todas las bestias del campo. Sobre tu vientre andarás, Y polvo comerás Todos los días de tu vida.
Gén 3:17-19 Entonces el SEÑOR dijo a Adán: “Por cuanto has escuchado la voz de tu mujer y has comido del árbol del cual te ordené, diciendo: ‘No comerás de él,’ Maldita será la tierra por tu causa; Con trabajo (dolor) comerás de ella Todos los días de tu vida. (18) “Espinos y cardos te producirá, Y comerás de las plantas del campo. (19) “Con el sudor de tu rostro comerás el pan Hasta que vuelvas a la tierra, Porque de ella fuiste tomado; Pues polvo eres, Y al polvo volverás.”