Hablando a Timoteo, el apóstol Pablo testificó: “Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, entre los cuales yo soy el primero. Sin embargo, por esto hallé misericordia, para que en mí, como el primero, Jesucristo demostrara toda Su paciencia como un ejemplo para los que habrían de creer en El para vida eterna.”1Ti 1:15-16. Al Leer el testimonio de la vida de Pablo en las Escrituras, incluyendo las muchas circunstancias difíciles y frustrantes que soportó, vemos tanto la misericordia de Dios como la paciencia perfecta de Cristo hacia Pablo. 1Ti 1:16. Evidentemente, fue a través de muchas tribulaciones que entró en el Reino de Dios. Hch 14:21-22.
Recordemos que la quinta herida de Cristo, que principalmente comprendía la corona de espinas, lidia con nuestro orgullo y nuestras proyecciones. Los espinos y cardos, que son el fruto de la maldición de Dios sobre el suelo, son las frustraciones y los eventos de sufrimiento que Dios permite que ocurran en nuestras vidas, para tratar con nuestro orgullo y proyecciones a medida que somos unidos a la comunión de la ofrenda de Cristo.
El apóstol Pablo soportó muchas circunstancias frustrantes y difíciles a lo largo de su vida. Testificó que él estaba llevando “siempre en el cuerpo por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo”. 2Co 4:10. Pablo aprendió, en los eventos de sufrimiento, a gloriarse en su debilidad. 2CO 11:30. En lugar de confiar en sí mismo, y en todas sus habilidades, aprendió a confiar en Dios que resucita a los muertos. 2Co 1:9.
Además, a medida que el amor de Dios era derramado en su corazón por el Espíritu Santo, era en la debilidad de Pablo que otros fueron fortalecidos y hechos completos. Rom 5:5. 2Co 13:9. ¿Cuál era el modo de ministerio de Pablo? Sin duda alguna, era uno de gloriarse en su debilidad para que el poder de Dios pudiera ser dirigido hacia sus oyentes. 2CO 11: 30. 2Co 12:5,9.
Estudio: 2 Corintios 13
1Ti 1:15 Palabra fiel y digna de ser aceptada por todos: Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, entre los cuales yo soy el primero.
Hch 14:21-22 Después de anunciar el evangelio a aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía, (22) fortaleciendo los ánimos (las almas) de los discípulos, exhortándolos a que perseveraran en la fe, y diciendo: “Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios.”
2Co 4:10 Llevamos siempre en el cuerpo por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo.
2Co 11:30 Si tengo que gloriarme, me gloriaré en cuanto a mi debilidad.
2Co 1:9 De hecho, dentro de nosotros mismos ya teníamos la sentencia de muerte, a fin de que no confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos,
Rom 5:5 Y la esperanza no desilusiona, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos fue dado.
2Co 13:9 Pues nos regocijamos cuando nosotros somos débiles, pero ustedes son fuertes; también oramos por esto: que ustedes sean hechos perfectos.
2Co 12:5 De tal hombre sí me gloriaré; pero en cuanto a mí mismo, no me gloriaré sino en mis debilidades.
2Co 12:9 Y El me ha dicho: “Te basta Mi gracia, pues Mi poder se perfecciona en la debilidad.” Por tanto, con muchísimo gusto me gloriaré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo more en mí.