El apóstol Pablo testificó que había recibido una espina en su carne – un mensajero de Satanás. 2Co 12: 7. Esta espina a la que Pablo se refería era el espíritu perseguidor que lo siguió durante una gran parte de su viaje ministerial. Este era el mismo espíritu envidioso y asesino con el que Pablo, anteriormente Saulo, había sido motivado para perseguir, con todo su celo egocéntrico, a la primera iglesia. Hch 22:34. Está claro por el testimonio de Pablo, que la razón de la espina en su carne era tratar con su orgullo debido a la abundancia de sus revelaciones. 2Co 12: 7.
Los sufrimientos y las circunstancias que Pablo soportó se convirtieron para él en una participación en el sufrimiento de Cristo tallada por el Señor de manera única para él. Cristo ya había experimentado el sufrimiento de la muerte para Pablo. Heb 2:9. Recordamos que, en Su ofrenda, Cristo trató con el pecado del orgullo así como con la maldición de la muerte por nuestra transgresión. Gál 3:13. Rom 6:23.
A través del abuso que Cristo sufrió a manos de los soldados romanos, Cristo experimentó la oposición de Dios al orgullo pecaminoso de la humanidad. 1pe 5:5. Él se presentó a sí Mismo en absoluta humildad y soportó este abuso y humillación siendo el Cordero de Dios. Isa 53: 7. Por Su humildad, Cristo venció el orgullo de la humanidad, incluyendo el orgullo de Pablo el cuál había sido puesto sobre Él. A través de esta herida, el pecado del orgullo y la arrogancia estaba siendo destruido y removido del corazón de Pablo. El Espíritu Santo unió a Pablo a este aspecto de los padecimientos de Cristo cuando Pablo sufrió lo que él llamó su “espina en la carne”.
Así como lo hizo con Pablo, Cristo simplemente nos invita a unirnos a la comunión de sus sufrimientos. Flp 3:10. A medida que en debilidad somos unidos a Cristo en Su ofrenda por medio del bautismo, llegamos a ser la expresión de la justicia de Dios. 2Co 5:21. Pablo confesó que él imploró al Señor tres veces para que le quitara la espina en su carne. El Señor respondió a Pablo: “Te basta Mi gracia, pues Mi poder se perfecciona en la debilidad.” 2Co 12:9.
Estudio: 2 Corintios 4
2Co 12:7 Y dada la extraordinaria grandeza de las revelaciones, por esta razón, para impedir que me enalteciera, me fue dada una espina en la carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca.
Hch 22:3-4 “Yo soy Judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero criado en esta ciudad, educado bajo Gamaliel en estricta conformidad a la ley de nuestros padres, siendo tan celoso de Dios como todos ustedes lo son hoy. (4) “Perseguí este Camino hasta la muerte, encadenando y echando en cárceles tanto a hombres como a mujeres,
Heb 2:9 Pero vemos a Aquél que fue hecho un poco inferior a los ángeles, es decir, a Jesús, coronado de gloria y honor a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios probara la muerte por todos.
Gál 3:13 Cristo nos redimió de la maldición de la Ley, habiéndose hecho maldición por nosotros, porque escrito está: “MALDITO TODO EL QUE CUELGA DE UN MADERO,”
Rom 6:23 Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
1Pe 5:5 Asimismo ustedes, los más jóvenes, estén sujetos a los mayores (los ancianos). Y todos, revístanse de humildad en su trato mutuo, porque DIOS RESISTE A LOS SOBERBIOS, PERO DA GRACIA A LOS HUMILDES.
Isa 53:7 Fue oprimido y afligido, Pero no abrió Su boca. Como cordero que es llevado al matadero, Y como oveja que ante sus trasquiladores permanece muda, El no abrió Su boca.
Flp 3:10 y conocerlo a El, el poder de Su resurrección y la participación en Sus padecimientos, llegando a ser como El en Su muerte,
2Co 5:21 Al que no conoció pecado, Lo hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en El.
2Co 12:9 Y El me ha dicho: “Te basta Mi gracia, pues Mi poder se perfecciona en la debilidad.” Por tanto, con muchísimo gusto me gloriaré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo more en mí.