Mientras que el aguijón de la palabra revela la condición de nuestro corazón, la espada de la palabra es la iniciativa del Padre, a través del Hijo, de cortar la otra ley de nuestro corazón. Esto ocurre en la comunión de la circuncisión de Cristo. La espada no sólo está cortando de nosotros lo que es carnal, sino que también corta a los que responden a la palabra de la Cruz con arrepentimiento y fe, en el pacto de la filiación. En otras palabras, a medida que somos liberados de nuestras propias proyecciones, estamos siendo liberados y capacitados para cumplir con lo que le corresponde a nuestro nombre como hijos, el cual está escrito en el cielo. La palabra profética de nuestro nombre está siendo hecha más segura en nuestra vida mientras nos convertimos en el hijo que el Padre nos predestinó a ser. 2Pe 1: 19.
La condenación y la perdición son las implicaciones del segundo filo de la espada que procede de la boca de Cristo. Aquellos que continuamente resisten el Espíritu Santo cuando la palabra de la Cruz es proclamada por los mensajeros de Cristo, caen de espaldas, se quiebran, son enlazados y apresados (tomados cautivos). Isa 28:13. Debido a que ellos escogen su propio camino, en lugar de obedecer la palabra, la palabra misma los designa a su propio lugar. Hch 1:25.
La espada de la palabra lleva dentro de sí dos destinos para cada persona. La palabra profética de un destino u otro, se asegura a través de la respuesta de una persona a la palabra. O bien se vuelven de su propio camino en arrepentimiento y fe, obtienen su nombre y producen los frutos del espíritu; o bien, optan por continuar a su propia manera y son designados a su propio lugar. Su propio lugar es la condenación. La experiencia de Judas provee un ejemplo útil de este principio bíblico. Hch 1:25.
Estudio: Jeremías 7
2Pe 1:19 Y así tenemos la palabra profética más segura, a la cual ustedes hacen bien en prestar atención como a una lámpara que brilla en el lugar oscuro, hasta que el día despunte y el lucero de la mañana aparezca en sus corazones.
Isa 28:13 Por lo cual la palabra del SEÑOR para ellos será: “Mandato sobre mandato, mandato sobre mandato, Línea sobre línea, línea sobre línea, Un poco aquí, un poco allá, Para que vayan y caigan de espaldas, Se quiebren los huesos, Y sean enlazados y apresados.”
Hch 1:24-25 Después de orar, dijeron: “Tú, Señor, que conoces el corazón de todos, muéstranos a cuál de estos dos has escogido (25) para ocupar (tomar el lugar de) este ministerio y apostolado, del cual Judas se desvió para irse al lugar que le correspondía.”