La canción de Cristo era la canción del Señor. Era una nueva canción de alabanza al Señor. Él dijo que muchos lo verían y temerían y confiarían en el Señor. Sal 40:3. Con este fin, recordamos el efecto de la canción de Cristo en el ladrón que se convirtió mientras estaba colgado en la cruz junto a Él. Este ladrón, que ahora estaba iluminado, reprendió al ladrón impenitente, diciendo: “¿Ni siquiera temes tú a Dios a pesar de que estás bajo la misma condena? “Nosotros a la verdad, justamente, porque recibimos lo que merecemos por nuestros hechos; pero éste nada malo ha hecho.” Y añadió: “Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en Tu reino.” Luc 23:40-42
A lo largo de Su viaje, Jesús llevaría cautivo a todos los que oyesen Su canción, y llorarían por Él como Hijo de Jehová. Zac 12:10. Este era el objetivo de Su canción. Notamos que cuando Jesús terminó de cantar la canción del Señor, la multitud que se había reunido en contra del Señor y Su ungido fueron tomados cautivos. Bajo la influencia de un espíritu de gracia y de súplica, “Todas las multitudes que se habían reunido para presenciar este espectáculo, al observar lo que había acontecido, se volvieron golpeándose el pecho [en duelo]”. Luc 23:48.
Las palabras de la canción de Cristo, a través de las cuales Él tomó cautivos a los cautivos del pecado, están registradas en el Salmo 40. “Sacrificio y ofrenda de cereal no has deseado; Me has abierto los oídos; Holocausto y ofrenda por el pecado no has pedido. Entonces dije: “Aquí estoy; En el rollo del libro está escrito de Mí; Me deleito en hacer Tu voluntad, Dios mío; Tu ley está dentro de Mi corazón” . Sal 40:6-8 Cuando Cristo hizo esto, Él removió el Antiguo pacto y estableció el Nuevo pacto. Heb 10: 9. Él dio nacimiento al Nuevo pacto a través de la canción del Señor.
Estudio: Hebreos 10
Sal 40:3 Puso en mi boca un cántico nuevo, un canto de alabanza a nuestro Dios. Muchos verán esto, y temerán Y confiarán en el SEÑOR.
Zac 12:10 “Y derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén, el Espíritu de gracia y de súplica, y Me mirarán a Mí, a quien han traspasado. Y se lamentarán por El, como quien se lamenta por un hijo único, y llorarán por El, como se llora por un primogénito.
Heb 10:9 entonces dijo: “HE AQUI, YO HE VENIDO PARA HACER TU VOLUNTAD.” El quita lo primero para establecer lo segundo.